EFECTOS GENERALES DEL PETRÓLEO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE MARINO
Cuando se produce un vertido de hidrocarburos como el petróleo o alguno de sus componentes, en el mar, el impacto medioambiental que se produce se debe a las características del producto ya que el petróleo contiene una gran cantidad de sustancias contaminantes que son tóxicas para la flora, la fauna y el ser humano.
Entre estas sustancias se encuentran compuestos orgánicos volátiles (COVs), hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) y metales pesados.
El petróleo contiene diferentes fracciones de hidrocarburos que tienen comportamientos muy diferentes en el medio ambiente, por sus características físicas y su composición química: los más ligeros tienden a volatilizarse y a dispersarse con facilidad y los más pesados a hundirse y sedimentar en el fondo.
Además en muchos casos, los hidrocarburos en contacto con el agua, emulsionan, se dividen en manchas más pequeñas lo que provoca que la extensión del vertido aumente 3 ó 4 veces.
En todos los casos al ser sustancias poco solubles en el agua pueden permanecer en ella durante mucho tiempo. Cuando se produce un vertido, el primer efecto que se detecta es que aparecen aves “petroleadas”, cubiertas con aceites e hidrocarburos, lo que hace que su plumaje pierda la capacidad protectora y aislante, su flotabilidad y su capacidad de vuelo. Además las aves al intentar limpiarse con el pico, ingieren gran cantidad de hidrocarburos por lo que la mayoría de las aves mueren por hipotermia, por inanición o por envenenamiento.
Algo parecido sucede con los peces, que pueden incorporar los PAHs a sus tejidos grasos, ya que son moléculas liposolubles, y convertirse además en alimento contaminado para otros peces y mamíferos marinos.
En cuanto a los mamíferos marinos además de ingerir alimentos contaminados, pueden sufrir el taponamiento de sus vías respiratorias y daños en el tracto respiratorio y su mucosa por efecto de los contaminantes químicos.
Por otro lado, la falta o disminución de la entrada de luz en el mar a causa de manchas de petróleo que oscurecen la superficie marina, imposibilita o reduce el área donde es posible la fotosíntesis y, por tanto el desarrollo de plantas verdes. Si tenemos en cuenta que el 80% de la actividad fotosintética y de absorción de energía solar se produce en los 10 primeros metros de la superficie marina, nos daremos cuenta de que la falta o disminución de plantas fotosintéticas reduce el aporte de oxígeno y alimento al ecosistema.
Disminuye la extensión en la distribución de algas, de fitoplancton que es a su vez el alimento del zooplancton y por tanto se interrumpe el crecimiento de un importante número de especies, al tiempo que se deja sin alimento a un gran número de animales marinos.
Las especies más sensibles mueren, sufren mutaciones y alteraciones en sus funciones vitales o quedan muy reducidas en las zonas contaminadas favoreciendo que las especies "oportunistas" más resistentes al vertido ocupen los nichos ecológicos de las que han desaparecido provocando la pérdida de biodiversidad y dificultando la recuperación del ecosistema.
Los moluscos que se adhieren a rocas u objetos pierden su capacidad de adhesión y caen al fondo, perdiendo su capacidad de alimentarse. Las especies filtradoras (algunos bivalvos como las ostras) ingieren gran cantidad de tóxicos y mueren o se convierten en no aptas para el consumo humano.
Por último, parte del petróleo vertido en los mares se evapora y pasa a convertirse en partículas volátiles que pueden introducirse en el cuerpo de los organismos a través de las vías respiratorias o la piel.
Por tanto, no solo contamina el medio marino, sino que su repercusión puede llega a afectar al ser humano de modo directo o indirecto, algo por otra parte lógico, como repercuten todas las actuaciones del propio ser humano.
Antonio José Ripoll Santos, 4ºESO C
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